Autora: María Cristina Chaler.
CIENCIA FÁCIL Número: 27
Medio Ambiente I
La atmósfera protectora.
El hombre debe tomar conciencia de que el planeta que habita es sumamente frágil.
Después de millones de años la naturaleza logró un sutil equilibrio que permite el mantenimiento de la vida, el equilibrio ecológico es necesario conservarlo para que la vida del planeta se mantenga sana y perdure en el tiempo.
Si una especie se extingue en el momento que no le corresponde por evolución, esto alterará la cadena de vida relacionada con ella y modificará el entorno provocando reacciones que serán perjudiciales al hombre. Por más pequeña o insignificante que una especie parezca forma parte de una matemática relación.
El hombre en poco tiempo alteró significativamente la ecología del planeta por diferentes motivos: el uso indiscriminado de los recursos naturales junto con la explosión demográfica y las consecuencias que ello trae, el incremento de la polución, la creación de industrias sin tener en cuenta el impacto ambiental que provocan y la desmedida ambición. Esta alteración trae y traerá serias consecuencias que la humanidad ha de sufrir a corto y a largo plazo.
Es hora de tomar conciencia de que si seguimos así, los efectos serán cada vez más graves y en definitiva nos estamos condenando a un futuro de destrucción.
El comienzo de la vida se dio en la tierra en el punto de evolución del planeta donde las condiciones climáticas y atmosféricas eran las ideales para su desarrollo, si ese punto de equilibrio no se hubiese alcanzado jamás se hubieran formado las primeras moléculas orgánicas (ver evolución I y II). Es necesario que todos tomemos conciencia de ésto, y que apreciemos al planeta como a nuestro hogar resguardándolo para nuestro propio bien y el de la humanidad.
La atmósfera es una capa de gases que rodea y protege a la tierra y está formada por diferentes estratos, cada uno de ellos cumpliendo funciones vitales.
La capa de ozono (O3) es la encargada de protegernos de los rayos UVB (de longitud de onda 290 a 520 nm) (léase nanometro (nm) = 1m /1000 millones) y de loa UVC (longitud de onda inferior a 290 nm) que nos resultarían extremadamente dañinos ya que cuando más pequeña es la longitud de la onda luminosa, su energía resulta ser más penetrante y al incidir sobre nuestra piel puede alterar el código genético de sus células, y generar cáncer de piel (melanoma).
Si esta capa desapareciera seria imposible vivir sobre la tierra.
El ozono tiene un ciclo de regeneración que esta dado por las siguientes reacciones químicas:
3 O2 (g) + UVC -------3 O3 (g)
2 O3 (g) + UVB--------3 O2 (g)
Léase:
Tres moléculas de oxígeno gaseoso con los rayos ultravioletas C producen 3 moléculas de ozono también gaseoso.
Dos moléculas de ozono gaseoso con los rayos ultravioletas B producen tres moléculas de oxigeno gaseoso.
Si observamos las ecuaciones anteriores veremos que hay un ciclo sin fin en donde el oxigeno regenera al ozono y viceversa, todo a expensas de los UVB y UVC que son los rayos dañinos para nuestra salud. Esta capa atmosférica que se encuentra aproximadamente a 20 o 30 Km. de la tierra trabaja permanentemente protegiéndonos pues baja la potencia de los rayos dañinos que nuestra estrella produce.
Este ciclo de regeneración del Ozono ha sido alterado por sustancias que actúan sobre él, la recuperación del mismo se ve disminuida y la capa comenzó hace unos años a afinarse peligrosamente.
Alrededor de la década del 70 se descubrió un adelgazamiento de ella, llamándolo agujero de ozono y en el 80 se popularizo la información. Un grupo de científicos desarrolló una teoría donde se explicó que la causa de este afinamiento se debía a los compuestos de Cloro Fluor y Carbono (clorofluorcarbonados) (CFCs) que generaban masivamente la industria, empleándolos en la refrigeración, en la fabricación de goma espuma y como propelentes de aerosoles, lanzándolos masivamente a la atmósfera con el consecuente daño. El análisis químico de esta teoría le mereció el premio Nóbel de la Química en el año 1995 a Mario J Molina, un científico mejicano nacido en 1943.
La teoría de Molina explica que estos compuestos generan con los rayos UV un radical de Cloro (Cl*) que es el causante de la destrucción del ozono atmosférico, Este radical es una molécula de cloro partida por la mitad, un cloro con siete electrones en su última capa que se encuentra en estado extremadamente activo buscando en forma permanente la estabilidad de su octeto y lo logra cuando le quita uno de los oxígenos al O3 transformándolo en O2, y destruyéndolo. La destrucción es enorme ya que un sólo átomo de Cloro es capaz de hacer desaparecer 100000 moléculas de ozono. Este es un proceso químico que se acelera con las bajas temperaturas y la presencia de luz UV.
El 16 de setiembre de 1987 en Montreal se firma un protocolo que se efectiviza luego de 2 años, donde los países firmantes se comprometen en un periodo de 10 años a reducir la producción de estos químicos a la mitad. A esta altura ya nadie debe fabricar o usar estos productos.
Pero no toda la comunidad científica apoya la teoría de Molina, se dan una serie de argumentaciones donde se objeta que estos compuestos sean los causantes directos de la destrucción de la capa de ozono. Si bien se conoce que el causante directo de la desaparición del ozono es el Cl*. La discusión esta plantada tratando de dilucidar quienes son los mayores proveedores del radical cloro, si los compuestos cloro fluor carbonados o las erupciones volcánicas antárticas que generan cloro en forma masiva.Igualmente la suma de ambos efectos potencia la destrucción, si no se fabrican estos peligrosos productos la naturaleza se encarga de restablecer el equilibrio. No nos olvidemos que los volcanes de la Antártica estuvieron desde siempre y está comprobado que los problemas ambientales se vienen incrementando desde la revolución industrial.
Actualmente se sabe que el agujero de ozono se agranda y se achica todos los años según la estación del año en que nos encontremos.
En el año 2000 se redujo hasta desaparecer completamente el 19 de noviembre según afirmaron científicos de la NASA.
En el año 2002 se redujo notablemente a dos “agujeros” pequeños en lugar de uno grande y extenso.
Actualmente se sabe que el agujero se forma cuando termina el invierno antártico, cuando comienzan a tener intensidad los primeros rayos solares (UV), en ese momento el cloro atmosférico actúa destruyendo el O3 pero antes de comenzar diciembre el agujero vuelve a desaparecer o se achica notablemente.
Hoy se conoce que además de estos compuestos hay otras sustancias que afectan la capa de ozono y propician su destrucción, estos son los óxidos de nitrógeno, producidos por los desechos industriales y el metano producto de la descomposición orgánica, gas de los pantanos, desechos del ganado y subproducto del cultivo de arrozales.
Fuera de la discusión que se plantea, lo cierto es que debemos tomar conciencia de que nuestros actos afectan intensamente al medio ambiente, antes de generar o permitir la instalación de una industria o propiciar cualquier tipo de explotación económica debemos realizar un exhaustivo estudio para conocer como afectan sus desechos a la bio diversidad del lugar.
Seamos conscientes de que cuidar nuestro medio ambiente es cuidarnos a nosotros mismos y a las generaciones venideras. Esto lo debemos dar a conocer desde los primeros años de la educación formal y en el hogar como principio solidario hacia la naturaleza toda.
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