Autora:
María Cristina Chaler.
Ciencia Fácil Número 255
Serie: Una mirada de la química diferente.
La
complejidad del átomo tradicional
El
advenimiento de la radioactividad se produjo una revolución de conocimientos
¿qué pasa con la materia? ¿Qué pasa en ese núcleo que se creía indivisible? La
química y la física atómica comenzaron a investigar. La materia es capaz de
transformarse en su esencia más íntima, se pueden modificar átomos y
transformar las sustancias unas en otras.
La
tan buscada piedra filosofal fue encontrada al fin.
La radioactividad natural es un proceso
que realiza la naturaleza desde siempre.
El hombre descubre y trata de imitarla usando equipos de alta tecnología,
generando nuevas sustancia, creando átomos y formando materia.
Hasta hace unos cien años se pensaba en el
átomo como si fuese un pequeño sistema planetario. Un enorme espacio vació en
donde una pequeña masa concentrada de materia denominada núcleo compuesto por protones (carga positiva) y neutrones (elementos neutros) habita en él. La electricidad negativa (electrones) neutraliza al núcleo y gira vertiginosamente
alrededor del mismo como los planetas giran alrededor del sol.
Las
verdades no son absolutas.
El caos también es parte del átomo, en él no hay quietud sino movimiento, la translación, rotación, y vibraciones de todo
tipo pertenecen al mismo, es pura energía en donde las partículas que lo
constituyen se trasladan, rotan y vibran. Movimiento imperceptible a los ojos
del hombre pero vibración que le da características diferentes a cada expresión
de la materia.
La rotación de las partículas sobre sí
mismas se denomina spin. Tiene un
determinado valor que es posible calcularlo físicamente a través de extensas
ecuaciones matemáticas. Las partículas rotan sobre su eje en un sentido u otro dando
un determinado número de vueltas por segundo que pueden ser múltiplo de números enteros o fraccionarios. Esta diferencia hace que la materia fermionica o bosónica y se comporte en forma diferente.
Los electrones atómicos en ese espacio
vació no se mueven al azar sino que se
ubican en niveles energéticos numerados como 1, 2, 3,4, 5… en forma creciente a medida
que se alejan del núcleo. Cada nivel de
energía posee tantos subniveles como número posea el nivel:
- 1(uno) para el primer nivel con el nombre: s (sharp)
·
2(dos)
para el segundo con los nombres: s (sharp) p; (principal)
·
3
(tres) para el tercero con los nombres: s
(sharp); p (principal); d (difusa)
·
4(cuatro) para el cuarto con los nombres: s (sharp) p (principal) d (difusa) f
(fundamental)
·
Y a
mayor cantidad de niveles se agregan de la misma forma los subniveles g, h,
Estos descubrimientos se lograron con el
avance tecnológico del análisis de los espectros atómicos.
Resumiendo:
Niveles s y p
·
Nivel
1 posee un orbital llamado 1s
·
Nivel 2 tiene 2s y 2p
·
Nivel 3 tiene 3s 3p 3d
·
Nivel 4 tiene 4s 4p 4d 4f
·
Nivel 5 tiene 5s 5p 5d 5f 5g
Estos orbítales constituyen zonas en donde
existe la mayor probabilidad de encontrar al electrón y poseen “formas”
determinadas (ecuaciones de onda) calculadas a través de extensos análisis
matemáticos.
Nivel d pentadimensional
Los electrones están gobernados
en sus movimientos por cuatro números
(cuánticos) que los rigen según la posición, energía y tipo de movimiento que posean en ese vacío.
·
Número de nivel o principal = N (n) corresponde al nivel energético que ocupa el
electrón.
·
Número = L (l) que corresponde al orbital en que se encuentra
el electrón y se relaciona con el giro
angular del mismo.
·
Número magnético = M
(m) que corresponde al campo
magnético que genera la carga eléctrica (e-) en movimiento.
·
Número de spin = S que corresponde al sentido de giro
del electrón sobre si mismo.
Wolfgang
Pauli en 1925 enunció un principio (Principio de exclusión) que dice que “no
existen dos electrones que posean al mismo juego de números cuánticos”
Los electrones atómicos están cada uno
perfectamente diferenciados y ocupando un lugar en el espacio energéticamente
calculado. Eso significa que no pueden coexistir dos partículas en el mismo
lugar y en el mismo momento. Esta
característica de la intimidad atómica le da a la materia la propiedad de
impenetrabilidad, uno de los motivos de que la materia impresione nuestros
sentidos de la manera en que lo hace en nuestro planeta y se comporte como tal.
Impenetrable y ocupando un lugar que no puede ser ocupado por otro sin desalojo
de la misma.
Por otra parte estos electrones pueden ascender de nivel pero si lo hacen necesitan absorber una cantidad determinada de energía (cuantificada) que corresponde a la diferencia de energías que tienen los niveles. Si el electrón desciende de nivel libera la misma cantidad de energía que necesitó para ascender (cuantos energéticos).Esto genera los llamados espectros de absorción o de emisión.
Por otra parte estos electrones pueden ascender de nivel pero si lo hacen necesitan absorber una cantidad determinada de energía (cuantificada) que corresponde a la diferencia de energías que tienen los niveles. Si el electrón desciende de nivel libera la misma cantidad de energía que necesitó para ascender (cuantos energéticos).Esto genera los llamados espectros de absorción o de emisión.
Todo lo dicho se encuentra
experimentalmente comprobado y a su vez
calculado matemáticamente. No son simples teorías son leyes verificadas. La
idea de este modelo es la descripción de un átomo con movimientos caóticos pero con
cierta “organización” a la que la física
atómica le puso nombres, lo demostró y generó el apoyo matemático correspondiente.
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