Autora: María Cristina Chaler
Ciencia Fácil Número 233
Serie: Una mirada de la química diferente.
Las apariencias engañan
La materia de nuestro planeta está formada por moléculas que a su vez resultan de la combinación de átomos, que en este planeta hay sólo 92 los elementos que se combinan para formar la materia tanto visible como invisible a nuestros ojos.
A estos 92 elementos los podemos encontrar en la tabla periódica.
Si profundizamos en los conocimientos de estos pequeños pero grandes protagonistas formadores de la materia, vamos a conocer que se diferencian entre sí sólo por eléctricamente, ya que esencialmente el átomo posee un núcleo compuesto por cargas positivas llamadas protones y unos elementos sin carga (neutrones) que estabilizan el rechazo que se produce entre los protones. Alrededor de ese núcleo se encuentran girando electrones (partículas negativas) y neutralizando a las cargas del núcleo. Habrá tantos electrones como protones en todo sistema material neutro.
La cantidad de protones que hay en el núcleo es lo que determina el tipo de átomo, cada elemento de la naturaleza posee diferente cantidad de carga eléctrica en su núcleo.
Como ejemplo:
La diferencia entre el oro y el plomo se debe a que el primero posee 79 cargas positivas, mientras que segundo posee 82. Esa diferencia hace que se manifiesten con propiedades absolutamente distintas.
Igualmente el carbono (lo conocemos como carbón) tiene 6(seis) protones en su núcleo, mientras que el oxígeno, que tanto aporta a nuestro sistema respiratorio, posee 8 (ocho) cargas positivas. Con uno de ellos preparamos nuestro asado dominguero y el otro resulta indispensable para respirar y sólo hay dos cargas positivas de distancia entre ellos.
El concepto esencial y desconocido por el común de los hombres, es que la diferencia eléctrica del núcleo atómico, genera elementos muy distintos en sus propiedades.
Hay otras sorpresas…
La relación de tamaño entre el núcleo atómico y el átomo es enorme. El átomo formado por su núcleo y los electrones girando a su alrededor es 1840 veces más grande que el núcleo aislado. Dibujemos un punto de 1cm de diámetro dentro de una enorme esfera de 18 metros y medio y eso nos da la idea de la diferencia de tamaño entre el núcleo y el átomo.
El único que posee materia es el núcleo, de modo que podríamos decir que lo que predomina en la materia, es el espacio vació aunque se muestre en apariencia muy contundente.
Si pudiésemos condensar a un ser humano en sus núcleos (única materia) tendríamos un cubito de aproximadamente 1cm de lado con el peso que esa persona tenía antes de ser comprimido.
No somos tan materiales como lo parecemos.
La materia a su vez puede ser transformada en energía (E = m .c2) Ecuación de Einstein así que ese cubito podría desaparecer generando una enorme cantidad de energía nuclear.
¿Existe realmente la materia tal como nuestros sentidos la conciben?
La materia en una condensación energética de electricidad combinada de manera tal que ofrece infinita variedad de representaciones a nuestros sentidos, dándonos idea de una diversidad que no es tal. Lo que realmente podemos afirmar que se trata de una maravillosa combinación de sólo 92 átomos que conforman la totalidad del universo que nos rodea y todo lo que nuestros sentidos son capaces de captar es apariencia y no esencia.
La esencia es desconocida a los ojos del hombre común y la Ciencia se encargó de descubrirla, por supuesto que no fue invento, ya estaba allí millones de años antes de ser descubierta.
Un vacio contundente para el ser humano.
Este podría ser un contacto aparente entre la Ciencia y la Religión. La Ciencia descubre la energía contenida en la materia sin saber todavía la causa de su formación. La religión la acepta por Fe.Está en el hombre sentirse superior o infinitamente inferior ante este descubrimiento.
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