Autora: María Cristina Chaler.
Opinión
Educación para las Ciencias
Si las materias que asustan A LOS JÓVENES fuesen las materias que aman…
No habría falta de científicos.
Lamentablemente las ciencias están posicionadas en el imaginario social como portadoras de conocimientos difíciles de alcanzar.
Habría que deconstruir ese prejuicio, para alejar del temor de los niños y los jóvenes tornando más placentero el camino del aprendizaje.El juego es una forma de conectarse con las ciencias en forma placentera.Los que deben enseñar a jugar son los maestros de la educación inicial o primaria y luego los profesores de Ciencias en la escuela Media. Pensar y descubrir,cuestionarse e investigar, plantearse dudas y resolver sin temor, con la posibilidad de equivocarse.Jugar todos y en conjunto con el sostén del profesor o el maestro, plantear nuevos desafíos y una vez encontrada la solución buscar otras situaciones problemáticas relacionadas con el tema. Dentro de la educación formal primaria la calificación numérica debería ser lo último que se persiga, lo importante es pensar. La nota numérica provee los límites para aquellos que en plena adolescencia están dispuestos a no hacer y dejarse llevar por la tentación de lo fácil. La mayoría de los alumnos adolescentes no tienen la madurez necesaria para cumplir sin la presión de una nota, pero el juego científico igualmente atrapa.
Entrar en el mundo de las Ciencias permite agudizar el pensamiento y descubrir el Universo que penetra todo lo que nos rodea. La duda, el error, forman parte del estudio.
Un juego de descubrimientos debe apasionar y no amedrentar.
El niño desde que nace es un pequeño científico que desea descubrir el mundo que le rodea, sus juegos lo demuestran ya que analiza, experimenta e investiga. El adulto, por prejuicios o por poder anula esta vocación despertando el miedo que paraliza y entorpece la capacidad científica innata.
Al fomentar el placer por la investigación "jugando" despertaremos en muchos de ellos la vocación por el estudio de las Ciencias que no merecen llamarse duras ya que ese calificativo lleva consigo una connotación negativa: no poder penetrar en sus contenidos con facilidad.Es innegable que estudiar ciencias requiere de un esfuerzo y vocación, al igual que el estudio de otras disciplinas. Nada es fácil, sólo resulta placentero si se lo hace con gusto. El camino del estudio requiere de predisposición, disciplina y voluntad para renunciar a algunos tironeos que a veces resultan más tentadores.Para el logro de esta postura es necesario despertar el placer por las Ciencias con el juego, la satisfacción que trae el descubrir, el poder resolver, el esfuerzo premiado, así más cantidad de jóvenes elegirán ese camino y el futuro de nuestro país estará asegurado.
Un país con Ciencia es un país con Futuro y con Independencia.
Licenciada María Cristina Chaler
Maestra Normal Nacional egresada de la Escuela Normal Nacional Nº 3 "Bernardino Rivadavia". Licenciada en Ciencias Químicas egresada de la Universidad de Buenos Aires (UBA) de Argentina. Profesora en Disciplinas Industriales egresada de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN). Autora de las Notas de divulgación científica denominadas "Ciencia Fácil". Experta en Educación para las Ciencias y creadora de métodos personalizados para el aprendizaje y articulación de niveles.
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