Opinión: María Cristina Chaler.
El futuro científico y Nuestro País
¿Cómo se profundizan los logros?
La inversión en ciencias se profundiza generando recursos humanos capacitados para que los logros alcanzados perduren y se consoliden con el tiempo. Esto puede llegar a concretarse mediante una educación en ciencias transmitida de forma tal que despierte en los jóvenes vocación. Para ello hay que promocionar las carreras científicas y técnicas, estrategia que ya se aplica desde hace algunos años pues La Dirección de Orientación Vocacional de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales organiza mensualmente charlas y recorridas por los laboratorios y Departamentos de la Facultad, destinadas a aquellos alumnos de la escuela media que están eligiendo su carrera.
También se organizan las semanas de las Ciencias donde se desarrollan actividades para transmitir mensajes que rompan con el mito de que el estudio de las Ciencias es para pocos y muestran lo interesante que puede ser entrar dentro de ese campo. Promocionan todas las carreras que se dictan en la facultad y esto se refuerza con visitas a las escuelas medias de jóvenes científicos o estudiantes avanzados de ciencia que realizan talleres y cuentan entre mateadas sus propias experiencias.
El Instituto Leloir en su jornada de puertas abiertas organiza charlas, visitas y debates dirigidas a profesores y estudiantes de la escuela media y muestra los trabajos que se realizan en sus laboratorios.
Corregir errores del pasado.
La gran desvalorización de las Ciencias que se dio en nuestro país durante largos períodos de políticas que impulsaban el abandono y la falta de inversión, generó fugas de prodigiosos cerebros hacia otros países. Las enormes crisis económicas que hemos vivido, profundizadas por políticas especulativas y de desinversión han provocado paralelamente una constante caída de la educación a todo nivel acompañada con una valoración extrema del exitismo transitorio y efímero y la pérdida progresiva de la cultura del esfuerzo. Es cierto que las Ciencias están al alcance de cualquier persona de inteligencia media, pero no debe faltar nunca la voluntad y el tesón, sin ellos es imposible transitar cualquier carrera universitaria.
Esta forma de lograr el éxito fugaz fue y es promocionada a través de publicidades, propagandas y ciertos programas de Televisión que penetran en lo íntimo de cada familia, y cuando se los mira sin espíritu crítico inculcan anti valores sobre todo en los jóvenes que son permeables y están solos en su hogar mientras sus padres trabajan.
Esta cultura light del poco esfuerzo y mucho éxito mediático fue penetrando a lo largo de años y hay que revertirla, deconstruyendola, con otro tipo de televisión donde se dé valor a los logros alcanzados mediante la voluntad y el esfuerzo, que serán los verdaderamente perdurables en el tiempo.
No es fácil cambiar años de mensajes no ingenuos que tendían a formar jóvenes consumistas, no pensantes, fáciles de manejar y con tendencia a masificarse persiguiendo quimeras.
Por suerte no todos cayeron en esta liviandad y algunos de ellos aunque en mínimo porcentaje valoran el éxito logrado con trabajo. La educación debe tender a formar ciudadanos comprometidos con el progreso del país y enraizados, que se sientan parte de un futuro seguro y alcanzable a través del esfuerzo personal.
Lamentablemente las ciencias están posicionadas en el imaginario social como portadoras de conocimientos difíciles de modo que hay que cambiar este preconcepto para despertar el amor por ellas. Esta construcción negativa debería revertirse para que los niños y los jóvenes alejados del temor se acercaran y gozaran de su estudio, que no deja de ser un interesante juego para el pensamiento.
Los profesores de educación primaria y los profesores de educación media son los encargados de transmitir las reglas del juego científico. Enseñarán a pensar, descubrir, cuestionar, investigar, plantear dudas y resolverlas sin temor, con la posibilidad de equivocarse y volver a empezar.
Jugar y aprender todos en conjunto, con el sostén del profesor o el maestro, planteándose nuevos desafíos y una vez encontrada la solución buscar otros caminos para llegar a ella u otras situaciones problemáticas relacionadas con el tema. Dedicándole el tiempo suficiente a este trabajo que se logra no en forma fácil, pero sí con un esfuerzo que no deja de ser placentero.
Entrar en el mundo de las Ciencias permite agudizar el pensamiento y descubrir el Universo que nos penetra y rodea. Un juego apasionante y entretenido.Para estar preparado para el mismo es necesario que la educación profundice la cultura del esfuerzo. El deseo de ser un futuro científico es valioso pero debe estar unido al esfuerzo para lograrlo.
Un país con Ciencia es un país con Futuro e Independencia.
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