Autora: María Cristina Chaler
CIENCIA FÁCIL NÚMERO 234
Serie: Una mirada de la química diferente.
La atracción de los Nobles.
Entre esos 92 elementos de la tabla periódica de cuya combinación se forman todas las sustancias conocidas de nuestro Universo, hay seis que son de enorme importancia, se caracterizan por su inercia química en las condiciones de nuestro planeta, sus nombres son: Helio, Neón, Argón, Kriptón, Xenón y Radón.
El átomo, constituyente fundamental de la materia, está formado por un pequeño núcleo cargado positivamente (protones) inmerso en un enorme vacío ocupado por electricidad negativa (electrones) que gira vertiginosamente alrededor de ese núcleo y neutralizando su carga.
Los electrones, no están dispuestos en el espacio atómico al azar, sino que “orbitan” en niveles energéticos con capacidad limitada para contenerlos. El átomo tiene tantos niveles como sea necesario para que los electrones circulen en ellos. Cuantos más electrones posee, más niveles tendrá.
Estos niveles tienen determinada capacidad y una condición importante es que en el último de ellos nunca habrá más de ocho electrones. Puede haber menos, pero nunca más.
La Inercia de los Gases Nobles se debe a que poseen el último nivel energético completo. En el caso del Helio con 2(dos) electrones y el resto de los gases con 8(ocho) electrones.
Los demás átomos de la naturaleza , reflejados en la tabla periódica de elementos, que no son gases nobles , no poseen inercia química porque su nivel exterior no está completo, se combinan entre sí para completarlo y semejarse a los gases Nobles.
Sepamos cómo trabajan
El Sodio (su símbolo es Na) posee 11 electrones dispuestos de la siguiente manera 2(dos) en la primer órbita, 8 (ocho) en la segunda y 1(uno) en la tercera. Su disposición simbólica: (2_8_1). Si este elemento se combina con Cloro (símbolo Cl) que posee 17 electrones dispuestos (2_8_7) no hará otra cosa que cederle su último electrón quedando con 10 electrones dispuestos ( 2_8) semejando su configuración eléctrica al Neón, segundo gas Noble. El Cloro tomará rápidamente al electrón, quedando con 18 cargas dispuestas (2_8_8) como el Argón o tercer gas noble.
Esta unión del Cloro y el Sodio forma la conocida sal de cocina llamada cloruro de sodio. El sodio cede su electrón al cloro quedando cargado positivamente (Na+) y eléctricamente semejante al Neón, mientras que el Cloro lo toma forma el ión cloruro (Cl- ) y se configura como el Argón. Este tipo de unión recibe el nombre de Unión iónica o electrovalente y se produce entre elementos de la tabla que son capaces de ceder fácilmente sus pocos electrones externos (metales) y otros que los reciben también con facilidad porque le faltan pocos para completar el último nivel (no metales). En la sustancia final cada uno de ellos tendrá la configuración eléctrica de un gas noble que le confiere la estabilidad que se necesita para la materia.
Otro tipo de Union
El Oxígeno (O) que tiene 8 electrones dispuestos (2_6), requiere de 2 electrones para quedar estable con la configuración electrónica del Neón (2_8) al combinarse con el Hidrógeno (H) que posee 1 electrón, necesitará 2 (dos) de ellos ya que cada uno posee un sólo electrón. Así un oxigeno unido a dos hidrógenos forman la sustancia agua (H2O), fundamental para la vida de todo el planeta. El hidrógeno en el agua se encuentra estabilizado con 2 electrones en su primer nivel con la configuración del Helio, no pierde su electrón como en el caso de la sal de cocina sino que lo comparte con el oxigeno. Este tipo de unión química recibe el nombre de covalente y en ella se comparten electrones hasta que cada átomo de la molécula sea isoeléctrico (igual configuración eléctrica) con algún gas noble.
De este modo y en forma permanente los átomos, se combinan intentando lograr la estabilidad eléctrica de los gases Nobles. Los metales ceden sus electrones a los no metales. Los no metales comparten entre sí, esta maravillosa tendencia es el secreto que posee la naturaleza para conformar la diversidad del universo que nos rodea.
¿Será casual que el número 8 en posición horizontal resulta ser el símbolo del Infinito?
Una nueva propuesta de orden
El hidrógeno es para los elementos como el cero para los números reales. No ocupa un lugar fijo en la Tabla de Mendeleiev pero en esta propuesta constituirá un lugar de importancia: el vértice de una especie de pirámide espiralada y tridimensional para nuestro mundo que podríamos llamarla multidimensional para el Universo. Se estabiliza electrónicamente con la configuración del Helio. En el Universo, el hidrógeno es el primer componente Universal.
El resto de los elementos, en el caso de los metales propiamente dichos tienden a los gases Nobles que le preceden, perdiendo sus electrones exteriores y quedando con sus octetos completos, esto provoca una rotación en sentido horario sobre una “semiespira espacial”.
Los no metales tenderán hacia los Gases Nobles que les siguen en el periodo de modo que su rotación será anti horaria.
Los elementos de transición forman parte de la inexplicable multidimensionalidad ya que electrónicamente poseen niveles internos incompletos pentadimendionales en donde se ubican los electrones entrantes (subnivel d) En este planeta de tres dimensiones cuando actúan como simples metales, rotarán en forma horaria y cuando no es así su rotación será contraria, estos elementos no son representativos y se manifiestan químicamente a veces como metales y otras como no metales, son anfóteros.
Los elementos de transición interna forman parte de la séptima dimensión
(Subnivel f) imposible de comprender dentro de estas tres dimensiones y llegando a ella sólo a través de complicados cálculos matemáticos y probabilísticos. Nos sirven como prueba de multidimensionalidad del interior de la materia que constituye el mundo y el universo que nos rodea.
Volviendo a nuestro planeta tridimensional y en este mundo “comprendido” por casi todos nosotros los Nobles son el tronco atractor de los elementos de la Tabla y ocupan la vértebra de la “pirámide”.
La mayoría de las reacciones químicas de nuestro planeta se producen motivadas por las tendencias de cada átomo a adquirir la configuración electrónica de su gas noble afín.
La “espira o espiral” Multidimensional, es el modo que tiene la naturaleza para crecer con menor gasto de Energía y es la regente de múltiples fenómenos.