Autora:María Cristina Chaler.
CIENCIA FÁCIL Número: 46
Nutrición II
Sepamos lo que comemos
Prebióticos
En los últimos años el avance de la Biología Molecular, la Biotecnología y la Informática que aumentó el flujo de información, produjeron cambios sobre los estudios de Nutrición. Esto hizo que la Industria de los Alimentos se viera influenciada por nuevos descubrimientos de modo que se modificaron enormemente las tecnologías de elaboración y la comercialización de los mismos con el objetivo de lograr beneficios para el consumidor y también para las diferentes empresas.
Ya en la nota introductoria de nutrición habíamos hablado de los alimentos prebióticos
En ésta profundizaremos el tema.
Los alimentos funcionales son aquellos que tienen agregados de sustancias que los mejoran con el fin de que incrementen la función alimenticia o bien que prevengan determinadas enfermedades, es decir, los alimentos se transformaron en fármacos.
En los últimos años surge el concepto de “alimento sano” como aquel que no tiene riesgos para la salud cumpliendo con todas las propiedades nutricionales de modo que se trata de un producto alimenticio modificado para que cumpla funciones terapéuticas y sea aparentemente superior a los tradicionales
Los alimentos prebióticos, son alimentos funcionales ya que tienen agregados de ciertas sustancias que servirán para mejorar la fisiología de la flora bacteriana y en consecuencia incrementar su función (ver en nota anterior flora bacteriana).
Existen unas moléculas llamadas oligosacáridos (cadenas cortas de azúcares) que son el alimento preferido de ciertas bacteria “buenas” de la flora bacteriana de modo que si esas moléculas llegan al intestino grueso las bacterias se hacen el gran banquete, y bien alimentadas se reproducen con más facilidad, aumentando su número en detrimento de las bacterias “malas” (patógenas) que no se pueden alimentar con oligosacáridos de modo que comienzan a decrecer en número porque las “buenas “ invaden y a su vez segregan sustancias (metabolitos) bactericidas, así la flora bacteriana se va poblando de los individuos beneficiosos y despoblando de los que enferman.
Además de sustancias bactericidas segregan otras que incrementan la asimilación del Ca++ y Mg++, previenen diarreas, constipaciones, enfermedades como el colon irritable, reducen la producción del colesterol malo, disminuyen la glucemia (aumento del azúcar en sangre) y previenen el cáncer de colon.
El agregado a determinados alimentos de estas moléculas de oligosacáridos hace que se mejore la calidad y cantidad de la flora bacteriana y que ésta cumpla su función benéfica con más eficacia.
La leche materna tiene en su composición gran cantidad de prebióticos, que hacen que el lactante implante y fortalezca su Flora mediante el proceso recién descrito, se potencia el sistema inmunológico virgen del bebe y le permite resistir a las enfermedades que lo acosan al nacer. Es muy importante el amamantamiento por un período correcto para resguardar la salud del niño.
La adición de prebióticos a los alimentos tanto del niño como del adulto hace que estos modifiquen la composición de la flora intestinal estimulando el crecimiento de las bifidobacterias y lactobacilos (bacterias “buenas”) que promueven el estado de salud. Las bifidobacterias son más de 30 diferentes y cambian al medio intestinal segregando metabolitos (sustancias orgánicas) que se comunican con el sistema inmunológico aumentando las defensas hacia ciertas enfermedades por la producción de citiquinas, monocitos, fagocitos y otros organismos que son parte del sistema inmunológico.
Los prebióticos los encontramos en alimentos naturales como el ajo, la cebolla, los puerros, la banana, los tomates, la soja el alcaucil y los cereales en ellos abundan los fructo oligosacáridos (FOS), como la lactulosa, la rafinosa y la estaquiosa.
Se cree que la ingesta diaria de prebióticos en forma natural es de 800 mg mientras que los expertos aconsejan de 2 a 6 gramos por lo tanto el agregado de estas sustancia a cierto alimentos elaborados parecería que fuera bastante conveniente.
Si se combinan los alimentos probióticos (ver nota anterior) con los prebióticos se forma un alimento llamado simbiótico. Los probóticos implantan organismos vivos en la flora intestinal mientras que los prebióticos los alimentan y mejoran la ecología de este microsistema de nuestro organismo.
Una dieta pobre en fibras podría destruir el equilibro de la Flora intestinal y disminuir la población de lactobacillus aumentando la de otras bacterias que generarían metabolitos tóxicos y carcinógenos como el deshidronorcoleno y el metilcolantreno.
¿Porque es aconsejable la ingestión de estos alimentos?
El aumento de las resistencias bacterianas a los antibióticos fue uno de los problemas más serios de los últimos años de manera que la medicina recomienda el uso restringido de los mismos potenciando el sistema inmunológico para que las enfermedades sean combatidas por el propio organismo.
Cuando la terapia con antibióticos resulta imprescindible la ingesta de estos alimentos contrarresta el daño que provocan en la Flora, estimulan el buen funcionamiento intestinal y potencian al sistema inmunológico
¿Qué es la Resistencia Bacteriana?
El descubrimiento de los antibióticos, se produjo entre 1940 y 1950 y fue un gran hito de la medicina y un enorme avance en la calidad de vida, ya que se pudieron combatir enfermedades que hasta ese entonces resultaban mortales, de modo que el promedio de vida a partir de ese momento y hasta la actualidad prácticamente se duplicó.
A medida que el tiempo pasó y con el abuso indiscriminado de los mismos, se provocó un desequilibrio ecológico a nivel mundial ya que las bacteria, organismos que han sabido sobrevivir a través de la evolución, fueron generando determinadas mutaciones (cambios) y se fueron haciendo resistentes a determinados fármacos, las dosis se tuvieron que modificar y alguno de ellos dejaron de combatir las infecciones de modo que las enfermedades siguen entre nosotros y los tratamientos son cada vez más complicados. La tuberculosis recrudeció con bacilos cada vez más resistentes a los antibióticos que los combaten.
Se han desarrollado químicos de última generación, pero debemos manejarnos con sumo cuidado ya que la capacidad de supervivencia de las bacterias al aplicarle una fuerza exterior para eliminarlas hace que reaccionen para anular dicha fuerza.
¿Como se genera la resistencia?
Para que una bacteria se haga resistente debe mutar un gen cromosómico de la misma o bien introducir un factor de resistencia (plásmido: moléculas de ADN extracromosómicas) que a veces resulta peor porque la hacen resistente a varios fármacos al mismo tiempo y la vuelve más virulenta y peligrosa.
Ya en los años 50 se observaba que cuando una cepa de bacterias se ponían en contacto con un antibiótico, al cabo de cierto tiempo ya había entre ellas bacterias resistentes y al mismo tiempo que el antibiótico mataba a las no resistentes las otras sobrevivían y prevalecían. Así es que ese antibiótico resultaba ser ineficaz después de un tiempo y las cepas resistentes volvían a formar colonias que reactivaban la enfermedad.
Esta nueva terapia nutricional parecería una salida a la hora de combatir determinadas enfermedades ya que conferiría mayor resistencia y eficacia sistema inmunológico permitiendo combatir ciertas infecciones leves en forma natural.
Cuanto mejor nos alimentamos mejor viviremos
CIENCIA FÁCIL Número: 46
Nutrición II
Sepamos lo que comemos
Prebióticos
En los últimos años el avance de la Biología Molecular, la Biotecnología y la Informática que aumentó el flujo de información, produjeron cambios sobre los estudios de Nutrición. Esto hizo que la Industria de los Alimentos se viera influenciada por nuevos descubrimientos de modo que se modificaron enormemente las tecnologías de elaboración y la comercialización de los mismos con el objetivo de lograr beneficios para el consumidor y también para las diferentes empresas.
Ya en la nota introductoria de nutrición habíamos hablado de los alimentos prebióticos
En ésta profundizaremos el tema.
Los alimentos funcionales son aquellos que tienen agregados de sustancias que los mejoran con el fin de que incrementen la función alimenticia o bien que prevengan determinadas enfermedades, es decir, los alimentos se transformaron en fármacos.
En los últimos años surge el concepto de “alimento sano” como aquel que no tiene riesgos para la salud cumpliendo con todas las propiedades nutricionales de modo que se trata de un producto alimenticio modificado para que cumpla funciones terapéuticas y sea aparentemente superior a los tradicionales
Los alimentos prebióticos, son alimentos funcionales ya que tienen agregados de ciertas sustancias que servirán para mejorar la fisiología de la flora bacteriana y en consecuencia incrementar su función (ver en nota anterior flora bacteriana).
Existen unas moléculas llamadas oligosacáridos (cadenas cortas de azúcares) que son el alimento preferido de ciertas bacteria “buenas” de la flora bacteriana de modo que si esas moléculas llegan al intestino grueso las bacterias se hacen el gran banquete, y bien alimentadas se reproducen con más facilidad, aumentando su número en detrimento de las bacterias “malas” (patógenas) que no se pueden alimentar con oligosacáridos de modo que comienzan a decrecer en número porque las “buenas “ invaden y a su vez segregan sustancias (metabolitos) bactericidas, así la flora bacteriana se va poblando de los individuos beneficiosos y despoblando de los que enferman.
Además de sustancias bactericidas segregan otras que incrementan la asimilación del Ca++ y Mg++, previenen diarreas, constipaciones, enfermedades como el colon irritable, reducen la producción del colesterol malo, disminuyen la glucemia (aumento del azúcar en sangre) y previenen el cáncer de colon.
El agregado a determinados alimentos de estas moléculas de oligosacáridos hace que se mejore la calidad y cantidad de la flora bacteriana y que ésta cumpla su función benéfica con más eficacia.
La leche materna tiene en su composición gran cantidad de prebióticos, que hacen que el lactante implante y fortalezca su Flora mediante el proceso recién descrito, se potencia el sistema inmunológico virgen del bebe y le permite resistir a las enfermedades que lo acosan al nacer. Es muy importante el amamantamiento por un período correcto para resguardar la salud del niño.
La adición de prebióticos a los alimentos tanto del niño como del adulto hace que estos modifiquen la composición de la flora intestinal estimulando el crecimiento de las bifidobacterias y lactobacilos (bacterias “buenas”) que promueven el estado de salud. Las bifidobacterias son más de 30 diferentes y cambian al medio intestinal segregando metabolitos (sustancias orgánicas) que se comunican con el sistema inmunológico aumentando las defensas hacia ciertas enfermedades por la producción de citiquinas, monocitos, fagocitos y otros organismos que son parte del sistema inmunológico.
Los prebióticos los encontramos en alimentos naturales como el ajo, la cebolla, los puerros, la banana, los tomates, la soja el alcaucil y los cereales en ellos abundan los fructo oligosacáridos (FOS), como la lactulosa, la rafinosa y la estaquiosa.
Se cree que la ingesta diaria de prebióticos en forma natural es de 800 mg mientras que los expertos aconsejan de 2 a 6 gramos por lo tanto el agregado de estas sustancia a cierto alimentos elaborados parecería que fuera bastante conveniente.
Si se combinan los alimentos probióticos (ver nota anterior) con los prebióticos se forma un alimento llamado simbiótico. Los probóticos implantan organismos vivos en la flora intestinal mientras que los prebióticos los alimentan y mejoran la ecología de este microsistema de nuestro organismo.
Una dieta pobre en fibras podría destruir el equilibro de la Flora intestinal y disminuir la población de lactobacillus aumentando la de otras bacterias que generarían metabolitos tóxicos y carcinógenos como el deshidronorcoleno y el metilcolantreno.
¿Porque es aconsejable la ingestión de estos alimentos?
El aumento de las resistencias bacterianas a los antibióticos fue uno de los problemas más serios de los últimos años de manera que la medicina recomienda el uso restringido de los mismos potenciando el sistema inmunológico para que las enfermedades sean combatidas por el propio organismo.
Cuando la terapia con antibióticos resulta imprescindible la ingesta de estos alimentos contrarresta el daño que provocan en la Flora, estimulan el buen funcionamiento intestinal y potencian al sistema inmunológico
¿Qué es la Resistencia Bacteriana?
El descubrimiento de los antibióticos, se produjo entre 1940 y 1950 y fue un gran hito de la medicina y un enorme avance en la calidad de vida, ya que se pudieron combatir enfermedades que hasta ese entonces resultaban mortales, de modo que el promedio de vida a partir de ese momento y hasta la actualidad prácticamente se duplicó.
A medida que el tiempo pasó y con el abuso indiscriminado de los mismos, se provocó un desequilibrio ecológico a nivel mundial ya que las bacteria, organismos que han sabido sobrevivir a través de la evolución, fueron generando determinadas mutaciones (cambios) y se fueron haciendo resistentes a determinados fármacos, las dosis se tuvieron que modificar y alguno de ellos dejaron de combatir las infecciones de modo que las enfermedades siguen entre nosotros y los tratamientos son cada vez más complicados. La tuberculosis recrudeció con bacilos cada vez más resistentes a los antibióticos que los combaten.
Se han desarrollado químicos de última generación, pero debemos manejarnos con sumo cuidado ya que la capacidad de supervivencia de las bacterias al aplicarle una fuerza exterior para eliminarlas hace que reaccionen para anular dicha fuerza.
¿Como se genera la resistencia?
Para que una bacteria se haga resistente debe mutar un gen cromosómico de la misma o bien introducir un factor de resistencia (plásmido: moléculas de ADN extracromosómicas) que a veces resulta peor porque la hacen resistente a varios fármacos al mismo tiempo y la vuelve más virulenta y peligrosa.
Ya en los años 50 se observaba que cuando una cepa de bacterias se ponían en contacto con un antibiótico, al cabo de cierto tiempo ya había entre ellas bacterias resistentes y al mismo tiempo que el antibiótico mataba a las no resistentes las otras sobrevivían y prevalecían. Así es que ese antibiótico resultaba ser ineficaz después de un tiempo y las cepas resistentes volvían a formar colonias que reactivaban la enfermedad.
Esta nueva terapia nutricional parecería una salida a la hora de combatir determinadas enfermedades ya que conferiría mayor resistencia y eficacia sistema inmunológico permitiendo combatir ciertas infecciones leves en forma natural.
Cuanto mejor nos alimentamos mejor viviremos
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